Nos sentíamos incómodos con su presencia así que rapidamente hemos comenzado a pensar como deshacernos de él, de una manera fácil y no violenta.
Ha sido Irene quien nos ha dado la solución, el monstruo quizás se vaya si le HACEMOS COSQUILLAS, algo que a ella le encanta.
Pues así hemos hecho, hemos comenzado hacer cosquillas en los brazos, piernas, seguido de cabeza y cuerpo. Cosquilla tras cosquilla nuestro monstruo ha ido perdiendo sus partes terroríficas y se ha convertido en un bonito paisaje otoñal. Menuda sorpresa!!!!, nuestro monstruo había desaparecido de una manera muy divertida, y despertando una gran sonrisa en nosotros.
ESTA HA SIDO NUESTRA PARTICULAR MANERA DE CELEBRAR HALLOWEEN.
Seguimos DISFRUTANDO y APRENDIENDO con los CUENTOS
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